La cantante popular Gladys «La Bomba Tucumana» inauguro local de venta de empanadas en el barrio porteño de Recoleta que consideró que es «un sueño que tuve toda mi vida”, intérprete reconocida por su tema clásico «La pollera amarilla”, quien inició un emprendimiento gastronómico utilizando las recetas familiares para ese clásico de la comida norteña del país.
Gladys “La Bomba” Tucumana abrió un local de empanadas tucumanas en Recoleta, donde la cantante estima que «respetan las tradiciones» tal como se hacen en su provincia, emprendimiento regenteado en colaboración con su hijo, Santiago, y con la pareja de la intérprete, Luciano Ojeda.
“La diferencia con la empanada salteña es que la tucumana no lleva papa. También se diferencia porque no lleva pasas de uva ni aceitunas. Sólo lleva carne picada a cuchillo, huevo, cebolla de verdeo, cebolla blanca, morroncito y comino”, dijo Gladys en la apertura del local.
El local, nominado “La bomba empanada tucumanas», donde tiene en forma visible un cartel de neón con la frase “un pasito para acá, un pasito para allá”, de su versión de “Mi pollera amarilla”, iniciativa que acompañó con la decoración del local con ese dolor predominante en su decoración y en la ropa de los cocineros y personal.
«Todo esto es en honor a lo que hago, que es música, estoy siempre agradecida y feliz de tener un clásico. Es todo un honor, con mucho amor y familia, para traer el verdadero sabor de la empanada tucumana a Buenos Aires. Porque yo las pido, las chequeo y la verdad que todavía nunca probé una que se parezca”, afirmó la cantante.
Además, la cantante aseguró estar «feliz con esto. Desde chiquita me atrajo un montón la cocina. Es un sueño que tenía en mi vida, porque desde muy niña cocinaba al lado de mi mamá sus recetas, que eran las de su madre, mi abuela Santos».
«Mi mamá, Adela, que es la que me enseñó a hacer todo, me inspiró a esto”, comentó Gladys y sostuvo que en su familia «teníamos un horno de barro en casa y mi idea es traer ese sabor típico, desde la masa, al repulgue, al horneado, el sabor de adentro, todo”.
En ese sentido, Gladys aseguró que «acá lo que sobra es mucho amor, está hecho con mucho respeto. Es un sueño que le agradezco a Dios que me dé la posibilidad de hacerlo realidad en esta época tan difícil que vivimos todos los argentinos».
«Es una apuesta muy grande, yo he sacrificado un montón de cosas para hacer realidad este sueño. Es un gran proyecto, es una empresa”, manifestó la cantante.
Posteriormente, Gladys habló de la supuesta propuesta de matrimonio que le habría realizado su novio Luciano y contó que «me lo propone todos los días de la vida, todo el tiempo quiere que sea su esposa. Hoy no es algo que yo quiera hacer a la brevedad».
«Por ahora, no creo. Hace rato que me pide casarnos, pero por ahora no es el momento. Sigue haciendo con el tratamiento y yo acompaño. Cuando el comenzó con la quimioterapia nos íbamos a casar, yo lo quería con todo mi corazón, pero nos alejamos un tiempo. Hoy estamos juntos, lo acompaño, ahora el casamiento no es prioridad”, reconoció.
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