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miércoles, 15 de mayo de 2013

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires rinde homenaje al compositor Richard Wagner

En el bicentenario de su nacimiento, el concierto será dirigido por Enrique Arturo Diemecke


El jueves 23 de mayo a las 20:30 horas la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires realizará el séptimo concierto de su abono 2013 en el Teatro Colón. La dirección estará a cargo del maestro Enrique Arturo Diemecke y actuará el pianista brasileño Jean Louis Steuerman en el Concierto Nº 1 para piano en Fasostenido menor, Op. 1 de Sergei Rachmaninov (1873-1943). En conmemoración del bicentenario del nacimiento de Richard Wagner (1813-1883) se ejecutarán los siguientes fragmentos: Obertura de“Rienzi” (1840), Preludio al Acto III de “Lohengrin” (1848), Cabalgata de las valquirias de “Lavalquiria” (1856), Preludio y Muerte de amor de “Tristán e Isolda” (1859) y Obertura de“Tannhäuser” (1845).

La Orquesta Filarmónica de Buenos Aires obtuvo dos Premios Konex de Platino como la mejor orquesta argentina de las últimas dos décadas, en 1999 y en 2009. Recientemente ha sido distinguida con el Premio “Mejor Orquesta Sinfónica Argentina” de 2012 por la Asociación de Críticos Musicales de la Argentina.

Desde 2007, el maestro mexicano Enrique Arturo Diemecke es director musical de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Como director artístico este año realiza su segunda temporada al frente de la Filarmónica de Bogotá, la duodécima con la Sinfónica de Long Beach (California) y la vigesimocuarta con la Sinfónica de Flint (Michigan). Dirige con frecuencia orquestas de todo el mundo. La Sociedad Mahler le otorgó una medalla por sus versiones de las sinfonías completas y fue galardonado con el Grand Prix de l'Académie du Disque Lyrique en varias ocasiones.


Jean Louis Steuerman fue premiado en el Concurso J. S. Bach en Leipzig (1972) y rápidamente fue valorado en Europa como solista y concertista. Ha tocado con orquestas como la Sinfónica y Filarmónica de Londres, Filarmónica Real, Gewandhaus de Leipzig, Tonhalle de Zurich, y con los maestros Claudio Abbado, Vladimir Ashkenazy y Kurt Masur. Colabora en música de cámara con algunos de los mejores músicos del mundo y realiza extensas giras por Europa, América del Norte y Japón. Su amplia discografía incluye obras de Scriabin, Mendelssohn, Bach, Arrigo, Schoeck, Schönberg y Villa-Lobos.

Sergei Rachmaninov se graduó en piano a los 18 años como uno de los alumnos más brillantes del Conservatorio de Moscú, y al año siguiente con medalla de oro en composición. Para entonces había escrito varias obras, entre ellas el Concierto Nº 1 para piano cuyo primer movimiento tocó con la Orquesta del Conservatorio de Moscú en 1892, con una pálida acogida. Decidió revisarlo a fondo en 1917, cuando sus dos siguientes conciertos ya eran muy populares. Cambió la forma, orquestación y profundizó sus exigencias virtuosas, pero mantuvo el espíritu juvenil.

Richard Wagner llegó al concepto del drama musical como “obra de arte total”, concebida como una fusión de las distintas artes. Para su creación, el poeta-músico no se sirvió de la Historia sino del mito, ya que éste era, a su entender, una producción colectiva y genuina del pueblo, su poema primitivo y anónimo. Usó los motivos musicales como una fuerza organizadora: breves lemas descriptivos que podían metamorfosearse, desarrollarse y simbolizaban personajes o estados de ánimo. En este estilo de composición no hay interrupciones, su meta era el drama continuo expresado en la música continua. Con Tristán e Isolda llevó las relaciones armónicas a un punto de ruptura, que marcó los principios de la atonalidad. Wagner ejerció una influencia profunda sobre sus contemporáneos y sobre los compositores posteriores; sobre la literatura, la filosofía y las artes visuales. El mensaje de sus óperas, sus controvertidos escritos, creencias y contradicciones continúan siendo objeto de análisis en numerosos libros.


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